jueves, 30 de abril de 2015

Pablo Sainz-Villegas y la ORTVE: retrospectiva del siglo XX

Cita monográfica con el siglo XX a través de sus múltiples estéticas y estilos musicales con Pablo Sainz-Villegas y la ORTVE a las órdenes de su titular Carlos Kalmar.


El joven riojano Pablo Sainz-Villegas y la ORTVE, ofrecieron una nueva lectura de una obra que aquel pasea con frecuencia en sus actuaciones, el universal Concierto de Aranjuez de Rodrigo. El Teatro Monumental recibía así la visita de uno de los más prometedores solistas de guitarra de su generación. Es el suyo un acercamiento mesurado, un tanto sobrio y tendente al equilibrio de la forma, más cercano al intimismo y la introspección que a la garra e incisividad (en el rasgueo, por ejemplo) de otros afamados guitarristas españoles que han hecho inmortal la partitura del maestro valenciano, la más famosa e interpretada de todo el repertorio para este instrumento. Esa aludida intimidad se pone de manifiesto en el Adagio, movimiento que se alarga mucho más de lo acostumbrado donde Villegas dilata los silencios de sus cadencias y retarda el tempo a intención. La técnica es sólida y depurada a pesar de que el sonido pierde proyección, especialmente cuando existe acompañamiento orquestal, el cual se mantuvo en los límites de la corrección. Como propina, el guitarrista riojano ofreció un guiño a su tierra con una pieza de Francisco Tárrega con aires de jota en la que al margen de los dificultosos cambios rítmicos, se lució ampliamente en efectos acústicos varios: golpes en la caja de resonancia, simulación de redobles de tambor con las cuerdas, etc, que encantaron al respetable, pues pieza y versión fueron realmente deliciosas.


 

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