En este duodécimo concierto de abono de la Orquesta
Sinfónica de RTVE el Teatro Monumental acogía la visita del maestro
parisino Michel Plasson. Se incluían en los atriles dos obras de
compositores franceses de finales del siglo XIX, tan disímiles en sus
respectivos universos y lenguajes sonoros, como Gabriel Fauré (Pélleas et
Mélisande) y César Franck (Sinfonía en Re menor), además de programarse
el Concierto para viola y orquesta del compositor británico William
Walton, interpretado por la jovencísima solista navarra Isabel Villanueva.
Antes de dar comienzo al concierto, se invitó por megafonía al público a
guardar un obligado minuto de silencio en recuerdo del musicólogo José
Luis Pérez de Arteaga, fallecido la noche del 9 de febrero en Madrid a los 66
años de edad, referente indiscutible de la musicología y el periodismo musical
a través de las ondas de Radio Clásica y de multitud de publicaciones
especializadas, y vinculado además durante mucho tiempo a las retransmisiones
de los conciertos de RTVE.
La velada musical daba comienzo con la suite en cuatro
movimientos de Pelléas et Mélisande Op. 80 (1898) de Gabriel
Fauré, basada en la tragedia simbolista de Maurice Maeterlinck, y de la que
Debussy sacó tanto juego escénico, a pesar de ser Fauré el que primero se
interesase por ella. Se adivina la mano del director galo a la hora de elegir
un repertorio en el que es un consumado experto. A sus venerables 83
años, Michel Plasson es uno de esos grandes maestros, de los pocos
que aún quedan, de la vieja escuela francesa. No lo puede ocultar, la tradición
corre por sus venas: pose expresiva y elegancia interpretativa le definen. Un
director de los que se hacen querer por su misma afabilidad, y por su
vitalidad, que no le sobra. Y de los que a pesar de la edad siguen ofreciendo
auténticas lecciones musicales. Poco importan sus ruidosos saltos en el podio
para demandar un pasaje más enfático y agitado, o sus constantes siseos, que a
manera de rubateo subrayan la cadencia de la frase musical; algunas grandes
batutas del pasado han tenido sus manías y sus poses interpretativas,
recordemos mismamente los arrebatos de Celibidache.
No hay comentarios:
Publicar un comentario