lunes, 10 de enero de 2011

El mito de Ifigenia en el Real

La ópera Iphigénie en Tauride (Ifigenia en Tauride) de Christoph Willibald Gluck sube a escena en el Teatro Real del jueves 13 al 27 de enero. La dirección musical corre a cargo de Thomas Engelbrock y la escénica del controvertido Robert Carsen (que también se ocupa de la iluminación), responsable del polémico montaje de la ópera Salomé de Richard Strauss el año pasado en el mismo coliseo de la Plaza de Oriente.


El tenor madrileño Plácido Domingo regresa al Teatro encarnando el papel de Orestes, uno de los roles (para tenor o barítono, indistintamente) que no se encuentra entre los acostumbrados en su repertorio; e irá alternando funciones con el barítono Lucas Meachem. Por su parte, las mezzosopranos Susan Graham y Maria Riccarda Wesseling darán vida al papel titular de Ifigenia. Se trata de una nueva producción del teatro, procedente de la Lyric Opera de Chicago, la Royal Opera House, Covent Garden, de Londres y la San Francisco Opera.

La ópera, escrita en francés con libreto de Nicolas-François Guillard, está basada doblemente en las tragedias homónimas del poeta griego Eurípides (c 412) y Claude Guymond de La Touche (1757). Fue estrenada en la Académie Royale de Musique de París, el 18 de mayo de 1779.


El compositor alemán Christoph Willibald Gluck, promotor de la reforma de la ópera en el siglo XVIII, volvió en esta obra a prescindir de los recitativos secos distintivos del Barroco, apostando por integrar las partes recitadas dentro del discurso general de la orquesta, lo que abre las puertas para el desarrollo de obras mozartianas como Idomeneo, Rey de Creta, y La Flauta Mágica, o la ya romántica ópera Fidelio de Beethoven. En estas tres últimas, a pesar de tratarse de singspiels (óperas con partes habladas y cantadas), la recitación musical, o sea, las partes más recitadas de la obra, menos cantadas, ya no utilizan el bajo continuo, como era típico y usual en las óperas serias barrocas, sino que se sustituyen por amplias escenas dramáticas denominadas ariosos (recitativo + aria).

Otra de las novedades de este nuevo modelo operístico es la preponderancia del efecto dramático frente a la música, el ballet o la escenografía, de hecho las arias de estas óperas no abusan del virtuosismo y la ornamentación vocal propios de las óperas barrocas, sino que buscan la expresión dramática para provocar la emoción en el espectador.

La ópera no es tan divulgada y representada como su célebre Orfeo y Euridice (en las dos versiones: francesa e italiana). La trama de Ifigenia en Tauride sigue la historia de la tragedia mitológica griega original (sobre los eventos posteriores a la Guerra de Troya y la familia de los Atridas de Agamenón), adaptada a los cánones estilísticos de la época rococó. En ella se exalta el valor de la mujer como una heroína libertadora, reflejo de muchas de las posteriores mujeres salvadoras en la historia de la ópera. Es "Iphigénie salvada por la diosa Diana del incesto paterno y del sacrificio, pero condenada al papel de sacerdotisa de sacrificios humanos". (Frase extraída del libro de la temporada 2010-2011 del Teatro Real de Madrid).


Este es un ejemplo de la ópera, un aria con coro de la protagonista, Ifigenia, interpretada por la soprano portuguesa Elisabete Matos.




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