domingo, 7 de noviembre de 2010

"Prima la musica, poi le parole"

Comenzaremos explicando el título de este blog, Prima la musica, poi le parole ("Primero la música, luego las palabras"), que responde precisamente al título de una ópera italiana compuesta por el compositor Antonio Salieri, con libreto de Giovanni Battista Casti, estrenada en la Viena imperial de 1786. Concebida por sus autores como divertimento teatral, esta ópera bufa (como se conocía a la ópera de carácter cómico y desenfadado en Italia durante todo el siglo XVIII) narra los problemas que un libretista y un compositor deben afrontar para satisfacer las exigencias de dos prima donnas en una ópera compuesta por ambos autores, donde la música está escrita antes que el texto.


El filósofo Jean Jacques Rousseau y el compositor Jean Philippe Rameau, dos de los protagonistas de "la querella de los bufones"


La obra (en el vídeo, la "escena de la despedida") muestra asimismo la pugna entre la ópera seria y la ópera buffa, reflejo de la situación operística de tres décadas antes, cuando se disputó la famosa querelle des Bouffons (querella de los bufones), entre los defensores de la ópera bufa italiana y los de la ópera seria francesa o tragedia lírica.

Sobre la ópera de Salieri ha escrito este amplio trabajo Ángeles Arce.


El compositor Antonio Salieri (1750-1825)

Y sobre este malogrado y nunca bien valorado compositor italiano, debemos decir que se hizo famoso en la historia de la música por ser el rival declarado del ilustre Mozart en Viena, ya que se mantuvo durante muchos años la leyenda de que Salieri había envenenado al genio de Salzburgo, según el mismo compositor italiano había manifestado en su lecho de muerte (y como mostró no muy fiel a la realidad la película Amadeus, de Milos Forman, donde la rivalidad en vida entre ambos es mostrada con tintes verdaderamente siniestros). A pesar de esta oscura leyenda, se demostró que Mozart había fallecido por causas completamente diferentes, se presupone por una enfermedad venérea que sufrió en sus últimos años de su corta pero fructífera en lo musical, existencia.

Asimismo, se destacó como un destacado profesor de futuros compositores como Beethoven, Schubert o Liszt, aunque el primero no quiso aprovechar bien las enseñanzas de su maestro.

Salieri, no obstante, se destacó en vida como un reputado y afamado compositor de óperas (superando en fama al propio niño prodigio), sobre todo en la Viena imperial, donde estrenó sus más prestigiosas obras, y donde murió, al igual que su rival. Destacan sus óperas Las Danaides, La Europa reconocida y Falstaff, (este sería el título cien años después que llevaría la última ópera de Giuseppe Verdi, precisamente también una ópera cómica, basada en la pieza teatral Las alegres comadres de Windsor de William Shakespeare).

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